La adicción desde el cerebro: comprendiendo una enfermedad real - AARIF
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Ilustración abstracta del cerebro humano con conexiones neuronales brillantes.

La adicción desde el cerebro: comprendiendo una enfermedad real

Un enfoque desde la neurociencia

En la Asociación AARIF seguimos aprendiendo para entender mejor la adicción y acompañar de forma más eficaz a quienes la sufren. En esta ocasión, compartimos un resumen de lo que la neurociencia nos enseña sobre cómo actúa la adicción en el cerebro.

La adicción no es cuestión de voluntad

Durante mucho tiempo se pensó que la adicción era una falta de fuerza de voluntad o un problema moral. Hoy sabemos que es una enfermedad del cerebro. Cambia la manera en que pensamos, sentimos y actuamos, afectando los circuitos encargados del placer, la motivación y el autocontrol.

Entender esto nos ayuda a eliminar prejuicios y a mirar con empatía a las personas que luchan por recuperarse.

¿Que es una adiccion? AARIF

El sistema de recompensa del cerebro

Nuestro cerebro posee un “centro de recompensa”, situado en el núcleo accumbens, que nos impulsa a repetir conductas beneficiosas como comer, beber agua, hacer deporte o compartir tiempo con los demás.

Cuando algo nos produce bienestar, se libera dopamina, un mensajero químico que nos dice: “Esto es importante, repítelo”. Así aprendemos hábitos saludables.

Qué ocurre con las drogas

Las drogas legales o ilegales secuestran este sistema natural de recompensa. Sustancias como el alcohol, la nicotina, la cocaína o los opioides producen liberaciones de dopamina mucho más intensas que las recompensas naturales.

El cerebro interpreta entonces que esas sustancias son esenciales para sobrevivir, reforzando el deseo de consumir. Con el tiempo, las drogas pueden ocupar el lugar de otras fuentes de placer, como la familia, el trabajo o el deporte.

Además, el dolor físico o emocional, el estrés y el malestar pueden aumentar la vulnerabilidad al consumo. En esos momentos, la droga no solo proporciona placer, sino que también alivia el sufrimiento, lo que refuerza aún más su uso.

¿Que es una adiccion? AARIF

Cómo cambia el cerebro con la adicción

La adicción altera los circuitos que regulan:

  • La recompensa y el placer (vía mesolímbica).
  • El control y la toma de decisiones (vía mesocortical).
  • Los hábitos automáticos (vía nigroestriada).

Esto explica por qué una persona puede seguir consumiendo incluso sabiendo que le perjudica. La conducta se automatiza y el autocontrol se debilita.

Del consumo social al hábito

No todas las personas que prueban una droga desarrollan adicción. Aproximadamente un 20% tiene mayor vulnerabilidad, influida por factores genéticos, psicológicos o ambientales.

Lo que comienza como una elección consciente puede convertirse en una rutina automática: “después del café”, “cuando salgo con amigos”, “para relajarme”.

El cerebro aprende ese patrón y lo repite, incluso cuando la persona quiere dejarlo.

¿Que es una adiccion? AARIF

Recuperación y esperanza: el cerebro puede reaprender

La buena noticia es que el cerebro tiene una gran capacidad de adaptación, conocida como neuroplasticidad.

A través de la abstinencia, la terapia y las actividades saludables, se pueden crear nuevas conexiones neuronales y recuperar el equilibrio.

El deporte, la convivencia, la risa, la meditación o el voluntariado ayudan a reactivar los circuitos naturales de recompensa.

Lo que aplicamos en AARIF

En nuestra asociación trabajamos cada día para integrar este conocimiento científico en nuestras acciones:

  • Formamos a compañeros y familias, explicando cómo funciona el cerebro en la adicción.
  • Organizamos charlas y talleres para aprender a cambiar hábitos y fortalecer la motivación.
  • Acompañamos sin juzgar, recordando que nadie elige ser adicto, pero sí puede elegir recuperarse.
  • Creamos materiales divulgativos para que todos comprendamos que la adicción no es culpa, sino una enfermedad que se puede tratar.

¿Que es una adiccion? AARIF

Reflexión final

Comprender la adicción desde el cerebro nos permite mirar con más compasión y menos juicio.
Cada día en AARIF lo comprobamos: la ciencia y la experiencia humana van de la mano en el proceso de recuperación.

Porque entender es ayudar.

Y ayudar es parte del camino hacia la libertad.